El estudio donde se presentaron "Los Frenéticos", dirigidos por Hugo Nuñez; "Los Thunder" con Yamil Uribe; Lucero Roldán, feliz intérprete de "Canta el Corazón"; "los Thunder Beat", con Arturo Astudillo, Tatiana, Alfonso Alzate y Antony, simplemente Antony, estaba situado en pleno centro de la capital. En la emisora Nueva Granada se formaban verdaderos nudos humanos todos los sábados entre 2:00 y 4:00 de la tarde, cuando se daba comienzo al "Festival Infantil y Juvenil Kolcana".

Después el teatro Colombia fué el escenario predilecto para la presentación de los conciertos y en el que se mostraban los más prestigiosos artistas nacionales y extranjeros.

Allí se presentó Harold y su banda, interpretando un fabuloso jingle para una conocida marca de pilas, con lo más reciente de su inagotable repertorio, entre otras, "Mis Delirios" y el nuevo tema, segundo lugar en Festival de la Canción Colombiana, a duo con María Antonia, "Quiero saber de tu Amor". Aqui también se encumbró el chileno Carlos Contreras, ganando un festival de intérpretes con su particular estilo y "Una Flor para mascar", con Pablus Gallinazo, su autor, entre contento y temeroso observando detrás del escenario.

Por los altoparlantes de los almacenes del pasaje de la 60, se oían toda una mezcla de canciones de cualquier índole, pasando desde los estridentes de Janis Joplin, Jimmy Hendrix y Joe Cocker a los fantasticos arpegios de la guitarra de Carlos Santana en "Samba pa ti o Mujer de Magia Negra" y la voz dulzona y romántica de Sandro con esto de "...quiero escribir una canción a tus cabellos/luego tu cara en la arena dibujar/oir tu nombre cantado por el viento/ver tu sonrisa jugando en el mar..."

Ya se había hecho el Festival de Ancón y los conciertos, que antes se realizaban en recintos cerrados como teatros y colegios, fueron desplazados a las áreas públicas como parques y plazoletas. Quedaban algunos sitios como "zodíaco", en donde se reunían los hippies a escuchar música en vivo o por intermedio de discos. El teatro La Comedia, también resistía los embates de la nueva generación, con los conciertos de "La Gran Sociedad del Estado, Terrón de Sueños, Columna de Fuego y la Banda del Marciano", entre otros.

En el centro, llegando a la esquina de la calle veintidós con carrera séptima, en donde estaban los transmisores y equipos de "RadioRitmos", los locutores-controles, por otra parte, moliamos diariamente la primera canción-poema que, como novedad, traia diálogo, composición y naturalmente, pelea, entre Silvana DiLorenzo y Oswaldo Brandy, titulada pomposamente: "Palabras, palabras".

Y en las emisoras, como una premonición, Matt Monroe interpretaba casi que diariamente: "...viene a mi recuerdo aquel dia/en que nos volvimos a encontrar/era tan sincera nuestra dicha/ya no lo podremos olvidar/que tiempo tan feliz,sin una nube gris/y aquel cantar alegre del ayer/de nuestra juventud..."

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