El martes era el día señalado y como siempre procuraba salir muy temprano de la oficina. Esa noche, como lo había sido durante las últimas semanas, podría ver en el viejo televisor Zenit en blanco y negro, con la animación de Alfonso Lizarazo, mi programa favorito: "Estudio 15". Pero más que por que el programa me gustara, la verdadera razón de mi interés, era la aparición en escena de aquellas chicas que con sus cortísimas blusas, atrevidas minifaldas y largas botas, bajo el sugestivo nombre de "las vitaminas", trastornaban mis hormonas.

Debía también ver, por necesidad obvia, los artistas que presentaba Lizarazo, entre otros, a Oscar Golden, grande, muy grande estrenando remonta a sus "zapatos pompom" y lanzando su nuevo compacto que incluía, además, canciones como: "...embriágame con tus besos/dame tu vida y cúbreme con el manto de tu pasión..." y "cadenas" y a la bella Lida...Lida Zamora, interpretando eso de "la chica yeyé" o esta otra de "yo que no vivo sin ti". Las otras, las juveniles, Berta Elena, María Antonia, Yolanda, Claudia Osuna, Lina María y Mireya, como futuros prospectos a riesgo de quedarse, como efectivamente sucedió, con algunas.

La impaciencia porque llegara el momento en que podía dar rienda suelta a mi imaginación hacía que las horas pasaran lentamente. Solo esperaba el ansiado momento en que ellas, las tres, aparecieran llenando la pantalla. Y, finalmente, después de una semana eterna de espera, llegaba el sublime instante. Alli estaban. Etéras. Inalcanzables. Cumpliendo a cabalidad su contrato, sin sospechar siquiera que yo era su más ferviente admirador.

Mi sueño alimentado a través de esta caja mágica en blanco y negro era, entonces, conseguir acercarme a ellas. Deseo que, finalmente, años más tarde se llevara a la realidad. Sobra decir que ya sin la emoción propia de la aventura a lo desconocido, por que además, comenzó a hacer sus apariciones con Carlos Pinzón en "Domingos Circulares" los domingos de 3:00 a 6:00 de la tarde, una niña que, además de cantar bien, lucía sus espectaculares atributos físicos con unas atrevidísimas minifaldas, que cambió totalmente mi forma de pensar. Era María Elvira, que aunque sólo cantaba en inglés y llegó con un solo tema "Honey", reemplazó a partir de entonces mis escenas platónicas con las vitaminas.

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